domingo, 5 de julio de 2009

En un hospital



Llegué al hospital como se llega desde un edificio a otro sin notar que cuando traspasé la puerta, traspasaba también cierto límite viviente. Primero fue una voz la que parecía presentar los hechos, luego muchas voces superpuestas.

Ahora, mientras avanzo, siento que una mano guía un pequeño cuerpo semejante al mío a través de un pequeño pasillo semejante a este, guiado como en una maqueta, en un simulacro. Todo en miniatura.

1. El diagnóstico, el tratamiento, las pequeñas esperanzas de pequeñas psiquis atrapadas, todo girando

2. Mujer entrando al hospital

3. Un catálogo me habla sobre posibles enfermedades

4. Mujer 2 en la sala de espera

5. Un paciente entra en urgencia

6. Un segundo diagnóstico, un segundo tratamiento, nuevas y pequeñas esperanzas, todo girando

7. Un libro me habla sobre otras vidas

8. Intentan averiguar mi profesión, mi sexo, mi grupo sanguíneo

9. Pequeñas personas conversan sobre pequeñas trivialidades desde afuera

10. Intentan averiguar sobre mi sangre

11. El hospital, el mundo, todo girando

12. Los vivos, los pacientes

13. Transformación del hombre o la mujer en paciente hombre o paciente mujer

14. Cada paciente representa una enfermedad y a sí mismo

15. Al otro lado los muertos o las otras vidas

16. Cuerpos que vagan por el hospital como por un sueño

17. La madre del pequeño paciente cristalizado

18. No es posible lamentarse menos

19. Pequeños puntos de vista

20. Elijo mi color favorito

21. Nuevamente las esperanzas, este horror infinito

0. Llamé a la esfinge
Psíquica: ¿Aló?
Yo: Estoy en el hospital, tengo mucho miedo y necesito ayuda
Psíquica: Concéntrese y elija un número entre el 0 y el 21

Entonces colgué. No había tal psíquica: era la parca blanca

Algo queda dando vueltas en mis pensamientos como en un sueño:
los muebles, los diálogos, los números de teléfono

Yo que estoy enfermo y que cuento esta historia tengo mucho miedo
ahora dudo

El daño es algo que tiene que ver con las antenas ¿con los teléfonos?
ahora dudo

Despierto una y otra vez en diferentes lugares
despierto mientras vivo y sigo viviendo
¿cómo sería si no?
continúo despierto y duermo y despierto y sigo viviendo.

(Poema del libro Creatur)



Gustavo Barrera Calderón (Santiago, 1975) es poeta y narrador. Formó parte del taller de la Fundación Pablo Neruda en 1996. Ha participado en diversas manifestaciones públicas e intervenciones urbanas que integran música, poesía y puesta en escena. Exquisite es el título de su primer libro de poesía, publicado en 2001 por Ediciones del Temple. En noviembre de 2002 el sello El Mercurio-Aguilar publicó Adornos en el espacio vacío, obra que recibió el Premio Revista de Libros 2002, del diario El Mercurio. En 2007 publicó la serie poética titulada Carácter, integrada por los libros Primer orificio, Papeles murales y tapices, y Mori Mari monogatari, en edición limitada bajo el sello Barrera Real, donde también editó el registro fotográfico de Dinero, muerte y un rostro sin cejas, intervención poética realizada en 2006. Creatur es su sexto libro de poesía, escrito con el apoyo de la beca de creación literaria para escritores profesionales del Fondo del Libro 2006 y publicado por RIL Editores.

martes, 23 de junio de 2009

M……………

Elvira Hernández (Lebu, 1951)

tanto vuelo angélico y elevadas propulsiones
tanta maravilla embotellada y planeos discursivos
tanto brillo henchido
como genealogía importada
tanta cordillera y mar y cielo y tierra
tanta mineralogía
tanta verdura y Antártica famosa
tanta hembra y entresijo
tantas constelaciones
cuántas humanas luces
tanto amor o igual empuje
tanto tanto tanto
y nada.

ESTE CASSETTE TOCA SU VIDA

Enrique Winter (Santiago, 1982)

Luego de cinco órdenes de arresto
mi mamá invita a mi papá a la casa,
se pone linda, le cocina rico.
Con tres borgoñas y solos
mi papá me confiesa lo que eso indica: que lo ha hecho bien,
que las piernas que abre se mantienen abiertas.
Lo dice porque le conté del viernes:
cinco años sin verla y me tomó la mano.
Este cassette toca su vida
vida que rozo apenas
si con el dedo rebobino.
Mi papá y yo seguimos solos.

Poema

Soledad Fariña (Antofagasta, 1943)

Me detendré en los peces

en el instante

en
que
el
aire

desmadejó

su sonrisa
en el temblor de mi
labio

Dos tankas para llegar al haiku definitivo

Guido Arroyo (Valdivia, 1986)

Las patas de buey
borraron la senda azul
ranas que saltan
quebrando al silencio
de un estanque vacío

La ave deforme
se esparce en la hoja azul
perdida postal
que se escribe o traiciona
hoja en blanco

Cerrado errado
callo en silencio yo erro
errado cerrado